Por: Arturo Campillo Salcedo
"Nadie conoce el futuro... quizás, sólo los muertos"
Última frase de la película
Batalla por el Planeta de los Simios (1973)
Ricardo Moraes/Reuters
"Primera pregunta: ¿por qué en México hablamos español?" De esta forma suelo abrir mis primeras clases de primaria. Y de secundaria. Y de Universidad. Y el gesto de sorpresa, rápidamente pasa del cuestionado al cuestionador. La respuesta es obvia, ¿no? Hay un motivo (debería de haberlo) por el cual no hablamos inglés, o portugués. O los idiomas nativos de nuestros antepasados, como el nahuátl, el tarasco, el mixteco...
"Primera pregunta: ¿por qué en México hablamos español?" De esta forma suelo abrir mis primeras clases de primaria. Y de secundaria. Y de Universidad. Y el gesto de sorpresa, rápidamente pasa del cuestionado al cuestionador. La respuesta es obvia, ¿no? Hay un motivo (debería de haberlo) por el cual no hablamos inglés, o portugués. O los idiomas nativos de nuestros antepasados, como el nahuátl, el tarasco, el mixteco...
Podría entender que la respuesta parece tan lógica, que en un primer momento puede sacar de línea a las personas. Pero entonces los segundos se acumulan, y se acumulan. Incluso, en muchos casos, la respuesta es, en buen español: "No sé".
En mi opinión, creo que uno puede concluir que el anterior es un clásico ejemplo de cómo nuestro sistema educativo ha fracasado en vincular el origen con la causa; el acto con la consecuencia; la causa con el efecto. Si la pregunta presente es "¿Quién soy?", uno no encuentra relación con las causas que nos han llevado a ser lo que somos como persona, como sociedad, como mundo. Y menos, con lo que aspiramos a ser en el futuro. Falta un puente, un ladrillo, una cuerda entre los tres tiempos, que genera una gran sentimiento de insatisfacción, desorientación, pérdida.
Y entonces están los Museos. Aquellos depósitos de cosas viejas y nuevas, de cosas comunes y extraordinarias, cosas usadas por los poderosos y los mendigos. Más que una teoría o un sistema abstracto, lo mejor y más rápido que entendemos es lo que captamos por nuestros sentidos; la vista, el tacto, el olfato, etc. Si buscamos un nexo con el pasado, para entender nuestro presente y saber planear nuestro futuro, el lugar que nos invita a ver los vestigios materiales de nuestra sociedad, es el Museo.
@Luismelo271/lopezdoriga.com
Por eso las cosas que encontramos en un Museo tienen ese valor agregado, mucho más grande que su valor en si; no sólo son de uso, medio uso o total desuso. Nos dicen algo sobre cómo el medio ambiente en que vivimos ejerce su influencia; cómo vemos y entendemos nuestra realidad; y cómo manipulamos nuestro entorno en respuesta. Tienen respuestas que a nosotros ni siquiera se nos ocurriría, pero a otros se le ocurrió; y la humanidad sigue siendo la misma, por lo que los problemas a los que ellos se enfrentaron, tarde o temprano nos lo volveremos a encontrar.
@Val_Carbone
El texto de este artículo fue publicado en la dirección: https://www.mimorelia.com/incendio-consume-emblematico-museo-nacional-de-rio-de-janeiro/
Por favor respeta la fuente original y agrega un enlace a la nota.
El incendio y destrucción del "Museu Nacional" de Río de Janeiro, Brasil, es una tragedia no sólo para ese país, sino para todos nosotros. Generalmente, la atención fuera y dentro de las ciencias se concentran en los nuevos descubrimientos e invenciones. Pero como creo haber explicado, lo nuevo sólo tiene sentido cuando tiene un contexto, un antecedente. Además, el sentido que le damos a lo nuevo, será el sentido que le demos a lo que descubramos e inventemos en el futuro. Es decir el presente es pasado, y una parte de lo nuevo, irá a parar a un Museo.
El texto de este artículo fue publicado en la dirección: https://www.mimorelia.com/incendio-consume-emblematico-museo-nacional-de-rio-de-janeiro/
Por favor respeta la fuente original y agrega un enlace a la nota.
El incendio y destrucción del "Museu Nacional" de Río de Janeiro, Brasil, es una tragedia no sólo para ese país, sino para todos nosotros. Generalmente, la atención fuera y dentro de las ciencias se concentran en los nuevos descubrimientos e invenciones. Pero como creo haber explicado, lo nuevo sólo tiene sentido cuando tiene un contexto, un antecedente. Además, el sentido que le damos a lo nuevo, será el sentido que le demos a lo que descubramos e inventemos en el futuro. Es decir el presente es pasado, y una parte de lo nuevo, irá a parar a un Museo.
¿Qué fue lo que perdimos con el incendio del Museo Nacional? Puntualmente, nos lo reseña el siguiente artículo de El Gráfico de México (pueden ver la nota completa aquí: http://www.elgrafico.mx/al-dia/un-meteorito-y-el-esqueleto-de-luzia-las-joyas-del-museo-nacional-de-rio-de-janeiro-hecho):
Un meteorito de cinco toneladas hallado en 1784, el esqueleto de Luzia, la mujer con más años de Suramérica, o los restos del primer dinosaurio montado en Brasil son algunas de las joyas del Museo Nacional de Río de Janeiro, reducido a cenizas.
Un total de 20 millones de piezas formaban el acervo del museo, hoy convertido en una metáfora de la calamidad financiera que atraviesa Río de Janeiro, un estado golpeado por numerosos escándalos de corrupción que han carcomido las cuentas públicas.
Con más de dos siglos de historia, el Museo Nacional guardaba en su interior un invaluable patrimonio, con colecciones que incluyen animales disecados, utensilios indígenas, momias y fósiles de diferentes periodos históricos...
Con cerca de 12.000 años de antigüedad, el fósil humano [llamado por los arqueólogos como "Luzia"] fue hallado en el estado de Minas Gerais en 1974 y corresponde a una mujer que falleció entre los 20 y los 25 años de edad.
El cráneo de Luzia y la reconstrucción de su cara eran exhibidas hasta ayer en el Museo Nacional de Río de Janeiro como uno de los mayores tesoros arqueológicos del país...
El Museo, inaugurado hace dos siglos por la realeza brasileña, fue el escenario escogido por la princesa Leopoldina, mujer del emperador Pedro I, para firmar la declaración de independencia de Brasil en 1822 y también acogió la primera Asamblea Constituyente que marcó el fin del imperio en Brasil.
En su interior hay 20 millones de piezas, entre los que se destaca también una colección egipcia, que comenzó a ser adquirida por Pedro I; una de arte grecorromana de la emperatriz Teresa Cristina y un acervo de paleontología y etnología, según destaca la propia página web del museo.
https://i1.wp.com/www.sopitas.com/wp-content/uploads/2018/09/museo-brasil-incendio-obras.jpg
Quizás en su estertor, el incendio y destrucción del "Museu Nacional" nos da un recordatorio más de cómo el tenaz y continuo olvido de nuestro pasado, no lleva a consecuencias que continuamente lamentamos. Según la misma nota de El Gráfico:
La dirección del museo todavía evalúa las incalculables pérdidas de lo que ha sido considerado por muchos como una "tragedia anunciada", debido al recorte de fondos públicos para la manutención del edificio, que tenía con goteras, infiltraciones y salas vacías.
Ricardo Moraes/Reuters
No son pocas las imágenes en las que se ven bomberos, socorristas y voluntarios que, quizás en muchos casos, sin tener una idea precisa de lo que llevaban entre manos, en medio de calor agobiante, procuraban salvar los extraños artefactos que aún pudieron salvarse. ¿Habrá pasado lo mismo cuando (constantemente) se incendiaba la legendaria Biblioteca de Alejandría? ¿Y cuando los grandes museos de Europa sufrían constantes bombardeos durante las guerras mundiales? ¿Y cuando las culturas nativas, en todos los continentes, sufrían los embates de fuerzas invasoras?
No son pocas las imágenes en las que se ven bomberos, socorristas y voluntarios que, quizás en muchos casos, sin tener una idea precisa de lo que llevaban entre manos, en medio de calor agobiante, procuraban salvar los extraños artefactos que aún pudieron salvarse. ¿Habrá pasado lo mismo cuando (constantemente) se incendiaba la legendaria Biblioteca de Alejandría? ¿Y cuando los grandes museos de Europa sufrían constantes bombardeos durante las guerras mundiales? ¿Y cuando las culturas nativas, en todos los continentes, sufrían los embates de fuerzas invasoras?
https://album.mediaset.es/eimg/2018/09/03/hYO4BooHneEpI4q1Lx6sN6.jpg
A lo largo de todo el domingo 2 de septiembre los bomberos de la ciudad, sin recursos, veían impotentes como las llamas recorrían y asimilaban sala por sala, pasillo por pasillo, los contenidos de la edificación. Fueron las llamas, y no la gente, lo que se llevó las muestras más significativas del pensamiento humano, provenientes de diferentes épocas y diferentes lugares.
A lo largo de todo el domingo 2 de septiembre los bomberos de la ciudad, sin recursos, veían impotentes como las llamas recorrían y asimilaban sala por sala, pasillo por pasillo, los contenidos de la edificación. Fueron las llamas, y no la gente, lo que se llevó las muestras más significativas del pensamiento humano, provenientes de diferentes épocas y diferentes lugares.
www.news.cn
El problema no es que no tengamos millones de vestigios del pasado; sino que no sabemos cómo se conectan entre ellos. Puede que piezas que estés resguardadas a miles de kilómetros de distancia, o miles de años de diferencia, nos ayuden a contestar misterios de nuestra historia como humanidad; cuando arde un museo, se pierden piezas de el gigantesco rompecabezas de lo que fuimos; es decir de lo que somos, y de lo que seremos.
Mauro Pimentel/AFP/Getty